Land Rover Defender P400e: tan 4x4 como siempre, pero enchufable

La actual generación del Land Rover Defender necesitaba el revulsivo que lo posicionara como un todoterreno de última generación. No porque necesitara aumentar su ya sobresaliente capacidad todoterreno (más bien deberíamos otorgarle una matrícula de honor). Tampoco porque necesitara soluciones electrónicas adicionales en materia de seguridad o entretenimiento. A la habitabilidad tampoco se le podían poner peros, como tampoco a un acabado muy mejorado respecto al Defender 'de toda la vida'.
Su hándicap era (fíjate en que lo decimos en pasado) que no estaba electrificado. No hablamos de un sistema de 48 voltios (microhíbrido) que alimente los artilugios eléctricos del coche, sino de una electrificación 'en condiciones', con un motor eléctrico capaz de mover el coche por sí solo.
Eso es lo que Land Rover ha resuelto con la llegada del Defender P400e, que ya hemos podido conducir y del que nos tendremos que acostumbrar a ver salir de su aleta trasera izquierda un cable conectado por el otro extremo a una toma de carga.